Por
supuesto, los profesores nos equivocamos al realizar nuestro
trabajo.... como todo el mundo. Pero yo creo que cuando era
estudiante, cuando era jovencito, me hubiese gustado leer que era
verdad, que los profesores se equivocaban a veces. Por eso, ahora
que soy profesor y estoy al otro lado “de la barrera”, lo
confieso públicamente.
No
se trata de que nos equivoquemos todos los días, ni mucho menos,
pero sí de que a veces metemos la pata y tratamos de disimularlo, de
hacer cómo que no ha pasado. Es lógico, lo haríamos todos en
cualquier trabajo.
Pero
en algunos momentos es imposible disimular y, entonces, es mucho
mejor... confesar.
Este
curso tuve una de las meteduras de pata más grandes en casi 13 años
de oficio. Teníamos designado un examen con los alumnos de 2º de
bachillerato para el día 1 de marzo. Pues bien, no sé cómo me
pasó, pero..... se me olvidó. En realidad yo suelo mirar la fecha
en el reloj de pulsera, y al terminar el mes de febrero no cambió
bien. El caso es que yo miré la fecha, estaba equivocada, y no tenía
previsto nada especial, por lo que fui a clase como un día
cualquiera.
En
esa clase de 2º de bachillerato, al tratarse de una optativa tengo
sólo 18 alumnos. Habitualmente se sientan en dos grandes grupos,
juntando pupitres y teniendo una isleta de unos 8 alumnos
“apelotonados”. A mí no me importa, porque son alumnos muy
buenos y aunque eso les distrae un poco también les ayuda cuando
hacemos ejercicios en clase, o una tarea de grupo, etc.
Pero
los días de examen siempre perdemos un buen rato en que se coloquen
independientemente, cada mesa separada de las demás, en filas
ordenadas.... al fin y al cabo sobra mucho espacio en el aula. Son 18
en esta asignatura, pero algo más de 30 en la mayoría.
Pues
bien, ese día me dirigí a clase teniendo claro lo que les iba a
explicar y como un día más cuando, al llegar, me los encontré
sentados, con las mesas bien colocadas e independientes y con todo
recogido. No se cómo, pero es que ni sospeché nada, sonreí y les
pregunté....¿Qué.....? ¿habéis tenido examen, no? Pero no me
contestaron. Claro, debieron pensar... ¿Y éste? ¿Por qué nos
vacila ahora?
Entonces
llegué a mi mesa, dejé las cosas, les miré tan colocados y
callados y les volví a preguntar..... ¿Os pasa algo? Estáis
demasiado tranquilos.... Y nadie dijo nada, sólo me miraban.....
Increíble, pero yo seguía “empanao”. Por tercera vez dije....
¿os ha pasado algo? ¿empezamos? Y entonces, una chica, muy tímida,
muy callada, muy buena alumna.... dijo: Perdona, ¿sabes que tenemos
examen, no?
¡¡
Tierra trágame !! Pues no, no lo sabía...... ¿Y ahora qué?
¿confesar? ¡¡ No queda otra !!
-
“Pues no, me he equivocado de día”.
Menudas
caras en mis alumnos, no se lo podían creer.....
-
“¿Y qué hacemos entonces, profe? ¿Lo hacemos mañana?”
Rápidamente
algunos alumnos querían aplazar la prueba, pero.... a mí eso no me
gusta nunca. No me importa cambiar fechas de exámenes, pero nunca en
el mismo día, porque creo que perjudico justo al que ha estudiado, y
me resulta muy injusto.
Tuve
suerte.... creo que soy una persona afortunada..... Resulta que en 2º
de bachillerato todos los exámenes los hacemos con ejercicios de
selectividad de los últimos años. Tenemos una colección grandísima
de ejercicios y yo siempre les pongo 4 o 5 de ellos. Los alumnos lo
saben y disponen de la colección.... pero es enorme!!
Les
dije que esperasen cinco minutos y elejí cinco de los problemas que
tengo en mi colección. Fui rápidamente a conserjería, fotocopié
los ejercicios juntos, me llevé las hojas de examen y apenas 5 o 6
minutos tarde comenzamos el ejercicio. Les pedí disculpas y, como
compensación, el examen consistió en hacer 4 de los 5 ejercicios
propuestos.
Salió
bien por esa peculiaridad de 2º de bachillerato, pero.... ¿si me
hubiese ocurrido con otro curso? Hubiese tenido que aplazar el
examen....
Esto
demuestra que, aunque no suceda frecuentemente (es la primera vez, y
me da mucha vergüenza...) los profesores nos podemos equivocar
totalmente, no?
Lo
peor de todo es que cuando confesé y les dije:
-
“Lo siento, chicos. Es que me he equivocado de día. No sabía que
hoy era el examen. Lo siento”
Entonces,
hubo un alumno que contestó:
-”
jo, profe. A mí me ha pasado lo mismo. Me lo han dicho éstos al
llegar a clase, no tenía ni idea.....”
Él
tuvo peor suerte,.... le salió fatal!!!!
Son infinitas
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