Este
comentario no tiene nada que ver con la educación, salvo porque sus
dos protagonistas son profesores, y además, de los muy buenos.
El
caso es que se trata de un matrimonio amigo nuestro, que siempre se
ha dedicado a la enseñanza. Hace algo más de cuatro años pasaron
un momento muy difícil en su vida, tanto ellos como sus hijos, al
detectarle a él los médicos un cáncer peligroso y más o menos
avanzado. Por ello, tuvo que someterse a una operación muy delicada,
de la que salió airoso y con nuevas ganas de vivir.
Pues
bien, me los encontré el otro día durante las vacaciones de Semana
Santa y me comunicaron que volvía a tener la enfermedad y necesitaba
rápidamente otra operación. En este momento todo ha sido detectado
de manera temprana, por lo que las perspectivas son muy buenas para
la intervención.
Yo
le daba ánimos cuando él me decía que no hacía falta, que él ya
tenía ánimos, que desde hacía cuatro años y medio ya no tenía
miedo a nada. A nada. Me contó que la otra vez, antes de entrar en
quirófano se vió desnudo totalmente, incluso sin su anillo de
casado y se sintió pequeño, diminuto. Entonces le comentó al
doctor que hiciese lo que tuviese que hacer y que, si salía mal, no
se preocupase. Que se lo agradecía de todas maneras. Luego todo
salió bien y él perdió definitivamente todos sus miedos.
Pero
ella no, ella me decía que tenía miedo, mucho miedo,.... que no
entendía esa tranquilidad y ánimo en su marido. Que ella necesitaba
revelarse,cabrearse, llorar,....
Los
dos me pidieron que rezara por ellos y eso es lo que voy a hacer. Y
si hay alguien que lee este comentario le invito a hacer lo mismo. Es
lo único que pidieron juntos, uno desde la tranquilidad y la otra
desde el miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario