Una
de las cosas buenas de mis alumnos es que jamás dejarán de
sorprenderme...... Esta mañana de lunes tengo clase a primera hora
con mis alumnos de 1º de ESO.
Son
mis alumnos más pequeños (12 años y los repetidores 13), los más
heterogéneos (hay al menos 8 nacionalidades en la misma clase), los
más espontáneos (aún son niños!!!), los más inocentes,..... los
más!!!
Las
clases con ellos son las más difíciles porque cuesta mucho
motivarles, pero también son las más divertidas por su
comportamiento, porque son cariñosos,.... Pues bien, entro a primera
hora habiendo preparado unas actividades para llevar a cabo en el
aula, cuando me vienen dos a pedirme si pueden comerse una tarta en
clase. ¿Y eso? ¿Por qué?
Bueno,
resulta que le viernes era el cumpleaños de... llamémosla Iris.....
y quedaron para celebrarlo. A esta edad y con esta diversidad
cultural y de costumbres unos tienen que llegar a casa a las 8 de la
tarde, otros a las 9, a las 10 de la noche o incluso más tarde. La
conclusión de eso es que unos se fueron antes de llegar a sacar la
tarta.
En
fin, la tarta es de merengue, se comieron la mitad, la caja se
estropeó, este finde ha hecho bastante calorcito, la tarta sigue en
la caja, venía junto a las mochilas, está medio aplastada.....
pero me lo piden con una ternura tal que, naturalmente, accedo a
ello.
-
De acuerdo, vamos a comernos la tarta para celebrar el cumpleaños de
Iris. Pero lo hacemos en 20 minutos y después seguimos la clase. ¿De
acuerdo?
-
De acuerdo, profe.
-
Bien, podéis repartirla....
Lo
que yo no imaginaba es que no teníamos platos, ni servilletas, ni
nada de beber,.... Sirvieron la tarta en trocitos de la propia caja,
es casi imposible comerse el merengue sin ensuciarse, a uno no le
gustaba y quería tirarla,....
-
¿Quieres un poco, profe?
-
No, gracias. Acabo de desayunar y no tengo hambre, pero..... gracias
y felicidades!!
La
mesa del profesor quedó pringada, algunas de las suyas también,.....
la verdad es que el suelo también......
Utilicé
mi paquete de Klinex para tratar de arreglarlo un poco, le felicitamos, recogimos y.... seguimos con la clase.
Y
estaban superfelices!!! Y yo supersorprendido, pero.... también me
ha alegrado el día, porque la gente no para de decir cosas extrañas
sobre los adolescentes y los jóvenes de hoy que no son verdad.
Este
grupo singular hoy me ha ofrecido la ilusión por las cosas
sencillas, el cariño hacia una compañera, la espontaneidad y
naturalidad que los mayores perdemos,...... y un trozo de tarta de
merengue!!!
QUé bonitos!!!! Lo increible es que algún alumno de los míos también se ha puesto a comer en clase... claro que son universitarios y no me ha hecho tanta ilusión ni producido tanta ternura: serán los años o el clima??? Felicidades por la sorpresa del día!!!! ;-)
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