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miércoles, 31 de octubre de 2012

La reunión de padres de inicio de curso


Me refiero a las reuniones iniciales que habitualmente tenemos entre los tutores de los grupos y las familias de los alumnos de esos grupos. Es curioso pero con solo unos días de diferencia asisto como padre a la reunión de 1º de ESO en el colegio de mi hijo mayor y como tutor a la reunión de padres de 1º de ESO en mi instituto.

Ambas reuniones tratan más o menos de los mismos temas, exponen a los padres que la secundaria no es lo mismo que la primaria, que los chicos van creciendo, que se deben hacer mayores, que tenemos que ayudarles a hacerlo, dejarles más libres pero estar siempre vigilantes. Se les informa que en lugar de dos o tres maestros ahora los chicos tienen clase con nueve o diez profesores diferentes. En la reunión se trata de indicar a los padres el horario obligado de asistencia de sus hijos, se les insiste sobre la puntualidad, las normas del centro, el número de evaluaciones y su temporalización, etc....

Yo juego desde los dos bandos, ahora padre, ahora profe, ahora profe, ahora padre. Y para tristeza mía constato, como cada año últimamente, una situación anómala. No sé las razones pero parece como si los padres y los profesores fueran hacia un enfrentamiento. Yo no lo veo así, quizá porque estoy en esos dos lados de la línea, pero lo percibo en muchos de los asistentes en uno y otro lado de la mesa.

Por ejemplo, si el profe dice que no se deben traer móviles, que deben estar apagados y que si desaparecen el centro no puede hacer nada, algunos padres entienden que se está tachando de ladrones a los alumnos. Si el tutor explica que los exámenes se verán en la clase pero que ya no se llevan a casa algunos padres piensan que se acusa a sus hijos de querer manipularlos y se les coloca como tramposos. O que se les niega a ellos el derecho a ver cómo se evalúa a sus hijos. Si el tutor comunica que su horario de tutoría está localizado dentro del horario escolar a las 11'00 de la mañana del martes, algunos padres piensan que es una buena manera de que no puedan asistir a las reuniones y se sienten maltratados.

Pero por otro lado, si un padre pregunta sobre cómo es la evaluación o calificación de su hijo, muchas veces el profesor se lo toma como si le estuviesen cuestionando su metodología. Si unos padres opinan sobre la realización de más o menos actividades extraescolares, o de la conveniencia o no del uso de nuevas tecnologías en el aula el profesor se pone a la defensiva cómo si el hecho de hablar de ello ya fuese un ataque a su criterio.

Algunas veces los tutores van a la reunión a la defensiva, a ver qué le van a decir los padres, a ver qué van a cuestionar o que van a criticar abiertamente. Y algunas veces los padres van también a la defensiva, a ver si les van a criticar a sus hijos o a ellos mismos por la manera de educar en casa.

Cuando asistes a la reunión como padre parece como si evaluases a los profesores. Escuchas muchas frases del tipo de :
¡A ver que nos cuentan!
¡¡Ya verás como nos dicen exactamente lo mismo que el año pasado!!
¡¡Pues no han contado nada sobre cómo va a ser la calificación!!
Cuando las preguntas son repetitivas y el profesor contesta cada vez más escuetamente....
¡¡ No quiere contestar eso, está clarísimo!!

Pero...... cuando asistes a la reunión como profesor o tutor también parece que evaluases a los padres. Y del mismo modo oyes frases del tipo:
¡ A ver cuántos vienen hoy! Algunos no se preocupan...
¡ Ya verás las preguntas, lo de todos los años!
¡ Faltan justo los que tenían que venir!

Ya sé que se hace sin querer, pero....... ¡¡Esta no es la manera!! Si queremos una buena educación y formación académica los padres y los profesores debemos ir de la mano, luchar por los mismos objetivos...... y ayudarnos.

¡¡Somos complementarios, no contrarios !!!

jueves, 18 de octubre de 2012

Es difícil escribir en chino, no?


Pues me imagino que sí, que debe ser muy difícil, verdad?
Esto viene a cuento porque tengo alumnos chinos adolescentes, lo que significa que ya tienen nacionalidad española, que hablan el español correctamente, que van teniendo nuestra cultura, nuestras costumbres..... bueno, casi.

Y el casi es porque ellos suelen mantener su propia cultura dentro de la familia, de manera que nunca llegan a estar totalmente integrados. O, al menos, eso me parece a mí con los chicos con los que trato. Pero eso es normal, les ocurre igual a los chicos de cualquier otra nacionalidad que viven aquí, igualmente que les ocurre a los españoles cuando viven fuera.

Pues bien, nuestros alumnos chinos es difícil que pasen de 4º de ESO, porque cuando aprenden lo suficiente y tienen edad legal para trabajar suelen hacerlo. La mayoría de sus familiares trabajan en el comercio de alimentación, en los famosos bazares, en los restaurantes de comida china, etc, y en cuanto ellos pueden hacer lo mismo lo suelen hacer.

Casi como una excepción tengo algún alumno en bachillerato, aunque es cierto que compaginan el trabajo con la familia por las tardes con el estudio por las mañanas.... y eso es bastante complicado de hacer.

Hay uno de ellos, muy sociable, muy integrado, que habla mucho conmigo de cosas extraacadémicas. Él sabe que va a trabajar dentro de muy poco, pero quiere hacer algo diferente a lo que la mayoría de sus compatriotas. Por ejemplo, me preguntaba cómo se puede hacer para tener un transporte de viajeros desde el aeropuerto hasta un determinado hotel o cómo eran los trámites para determinados negocios.

El caso es que él habla muy correctamente el español, pero lo escribe fatal. Cuando redacta comete infinidad de faltas ortográficas, sintácticas, de concordancia,..... de todo tipo. Además su expresión escrita es realmente deficiente. No sé cómo ha llegado hasta aquí, aún sabiendo que ha repetido por lo menos un año. Por eso los dos sabemos que el bachillerato va a ser un muro demasiado complicado para superarlo. No tiene tiempo, por las tardes trabaja con sus padres, no puede estudiar mucho, no mejora su expresión escrita.

Pero bueno, no debe importar demasiado, también tiene un nivel aceptable de inglés y conoce y habla, por supuesto, el chino.

¿Cuál es su problema? Que el idioma que mejor escribe es el español. El inglés lo lleva peor que el español y no tiene ni idea de escribir o leer el chino. Solamente lo habla.

Nunca lo había pensado, pero hablando bien dos idiomas y sabiendo parte de otro, se encuentra muy limitado. No podemos decir que sea analfabeto, pero......

La curiosidad me ha hecho comprobar en otros alumnos chinos y me temo que a la mayoría les pasa algo parecido. Hablan chino y español, pero..... no saben escribir bien en ninguno de los dos. Y el chino muchos ni siquiera lo pueden leer.

No lo sabía. Quizá no sea una muestra significativa, no se puede generalizar, pero.....




miércoles, 10 de octubre de 2012

La dependencia del móvil.

 
El tema del móvil en los institutos se convierte en un tema repetitivo. Las razones son claras porque el uso del móvil está prohibido, pero no su pertenencia, claro.

Esto es así porque muchos chicos lo usan al salir de clase para llamar a sus padres, porque van a comer a casa de familiares, porque sus padres les dejan que lo usen para escuchar música o jugar durante el trayecto de casa al instituto, etc.

Todo eso es razonable pero los problemas vienen cuando se trata de usar el móvil. Para muchos es una especie de tortura tener el móvil en la mochila y no poder encenderlo, mandar un whatsApp, mirar si hay llamadas perdidas, mensajes, escuchar música, jugar con una nueva aplicación,....... Hasta lo piden utilizar si no llevan la calculadora, quieren buscar información en internet, cada vez tienen una mayor dependencia de dicho aparato. Pero no podemos ni escandalizarnos ni criticarles, porque los adultos andamos de la misma manera.



 







El caso es que muchos alumnos son incapaces de tener el móvil apagado como marca la reglamentación de la Comunidad de Madrid y acaban encendiéndolo y utilizándolo.

Pues bien, lógicamente si nosotros lo descubrimos debemos confiscarles el móvil, llevarlo a Jefatura de Estudios, darle un parte y esperar a que su familia, sus padres, vengan a recogerlo. Se le suele confiscar para una semana y sólo se entrega a los padres, para tratar de concienciarles del problema del uso de los móviles en el centro escolar.

Aún así, somos conscientes de que los padres permiten el uso del móvil a sus hijos y que puede no parecerles bien el “secuestro” del terminal. Por ello, cuando un padre viene a recoger el teléfono aunque sea al día siguiente, también se le entrega. La sorpresa ha llegado en los tres o cuatro primeros casos qque yo conozco. Al alumno se le ha retirado el móvil, se ha avisado a los padres, el padre ha llegado al instituto, se ha enterado de que, aunque se le devolvía el móvil, la retirada prevista era de una semana y ha dicho:

    • No, no pasa nada, si era para una semana, lo dejaremos así. No se preocupen, les apoyamos. Mejor se lo quedan ustedes y dentro de unos días yo vuelvo a por el móvil.”

¿qué ha ocurrido? La reacción hace un par de años era la contraria, no estaban de acuerdo con nosotros y protestaban.

Me parece....... que los chicos cada vez dependen más del móvil...... y sus padres cada vez están más hartos. Pero..... ¿qué deben hacer? ¿se atreverían a limitar su uso a sus hijos? De momento, ver el “castigo” del insti como un descanso, no?