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miércoles, 10 de octubre de 2012

La dependencia del móvil.

 
El tema del móvil en los institutos se convierte en un tema repetitivo. Las razones son claras porque el uso del móvil está prohibido, pero no su pertenencia, claro.

Esto es así porque muchos chicos lo usan al salir de clase para llamar a sus padres, porque van a comer a casa de familiares, porque sus padres les dejan que lo usen para escuchar música o jugar durante el trayecto de casa al instituto, etc.

Todo eso es razonable pero los problemas vienen cuando se trata de usar el móvil. Para muchos es una especie de tortura tener el móvil en la mochila y no poder encenderlo, mandar un whatsApp, mirar si hay llamadas perdidas, mensajes, escuchar música, jugar con una nueva aplicación,....... Hasta lo piden utilizar si no llevan la calculadora, quieren buscar información en internet, cada vez tienen una mayor dependencia de dicho aparato. Pero no podemos ni escandalizarnos ni criticarles, porque los adultos andamos de la misma manera.



 







El caso es que muchos alumnos son incapaces de tener el móvil apagado como marca la reglamentación de la Comunidad de Madrid y acaban encendiéndolo y utilizándolo.

Pues bien, lógicamente si nosotros lo descubrimos debemos confiscarles el móvil, llevarlo a Jefatura de Estudios, darle un parte y esperar a que su familia, sus padres, vengan a recogerlo. Se le suele confiscar para una semana y sólo se entrega a los padres, para tratar de concienciarles del problema del uso de los móviles en el centro escolar.

Aún así, somos conscientes de que los padres permiten el uso del móvil a sus hijos y que puede no parecerles bien el “secuestro” del terminal. Por ello, cuando un padre viene a recoger el teléfono aunque sea al día siguiente, también se le entrega. La sorpresa ha llegado en los tres o cuatro primeros casos qque yo conozco. Al alumno se le ha retirado el móvil, se ha avisado a los padres, el padre ha llegado al instituto, se ha enterado de que, aunque se le devolvía el móvil, la retirada prevista era de una semana y ha dicho:

    • No, no pasa nada, si era para una semana, lo dejaremos así. No se preocupen, les apoyamos. Mejor se lo quedan ustedes y dentro de unos días yo vuelvo a por el móvil.”

¿qué ha ocurrido? La reacción hace un par de años era la contraria, no estaban de acuerdo con nosotros y protestaban.

Me parece....... que los chicos cada vez dependen más del móvil...... y sus padres cada vez están más hartos. Pero..... ¿qué deben hacer? ¿se atreverían a limitar su uso a sus hijos? De momento, ver el “castigo” del insti como un descanso, no?


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