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viernes, 30 de noviembre de 2012

Los alumnos no se fían de los profesores......


Pues sí.. resulta que no fían de nosotros.

El otro día poníamos la fecha de examen para los alumnos de 4º ESO y tengo alumnos de dos grupos diferentes. Entonces a unos les venía bien una fecha y a otros una diferente. Y no se ponían de acuerdo..... Pues bien, les dije que no importaba, hacíamos examen los dos días y que cada uno se presentase el día que prefiriese... Y los que no hacían el examen hacían ejercicios en el cuaderno.

Bueno, no es que sea lo habitual, pero tampoco es que yo haya sido con ese gesto el profesor más generoso del mundo, no? Pues bien..... no lo entendían!!!!

Y no lo entendían porque no se fiaban. Creían que tenía truco, que debían hacer los dos exámenes, que..... Hasta que entendieron que simplemente se trataba de una oferta para que los dos grupos quedasen contentos.... ¡¡ me costó !!

Otro día en medio de un examen un chico necesitó salir al baño. Era una urgencia. Naturalmente nunca dejamos a los alumnos salir durante el examen, pero es que se le veía en la cara que lo estaba pasando fatal. Al final vino y me pidió permiso. Y yo, sabiendo que es buen alumno, buen chico y demás, pues le dejé salir..... Entonces él me decía que se podía vaciar los bolsillos para que yo viese que no llevaba nada y tonterías semejantes. Yo le dije, ve al baño, date prisa, vuelve, y sigue el examen..... y pese a la urgencia que él tenía..... no se lo creía..... no se fiaba del todo.

¿No se fían de mí como profesor o es que no se fían de mí? Tendré que pensármelo..... No, es broma, me temo que como profesor.....

Y entonces me acordé de una historia que sucede todos los meses en una pequeña sucursal de un banco y que me contaron hace poco. Resulta que el día que ingresan las pensiones hay una señora mayor que va con su cartilla y pide que le digan si han ingresado ya su pensión. La cajera lo mira y le dice que sí. Entonces la señora mayor pide que le den el dinero ( 825 euros ). La cajera le pregunta qué parte de la pensión quiere y la señora siempre pide el total del ingreso.

A continuación la cajera le da todo el dinero, sus 825 euros, en diferentes billetes de 50, 20 y 5 euros. La señora coge el dinero, lo cuenta cuidadosamente y cuando confirma que hay 825 euros le pide a la cajera que si lo puede ingresar en su cuenta. Se lo entrega y se marcha a casa.

Me parece que la anciana cree que al banco le envían un sobre con su dinero y necesita asegurarse de que ha llegado bien, pero.... me parece que no se fía un pelo de quienes le pagan la pensión, verdad?

Pues mis alumnos.... tampoco!!!



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