Translate

lunes, 16 de abril de 2012

El metro y los retrasos

En una ciudad como Madrid es habitual que tanto alumnos como profesores tengan que desplazarse distancias medias o largas para llegar al instituto. Y para eso, el mejor medio de transporte suele ser el metro.

Eso hace que coincidamos en los vagones, hablemos y también tengamos experiencias “divertidas” que otro día contaré en este mismo blog.

Hoy me quería referir a cuando el metro sufre una pequeña avería y como consecuencia de ello, existe un cierto retraso. Esto es una cosa más o menos habitual en nuestra vida cotidiana. El retraso puede ser de cinco o diez minutos como mucho, pero lo suficiente para llegar tarde si eres de los que ajustas en el despertar matutino. Es decir, para casi todos nosotros.

La clase empieza a las 8,30 h de la mañana y las puertas del instituto se abren a las 8,20h y se cierran a las 8,35h.

Pues bien, si un día ocurre eso y llegamos tarde,yo, como profesor, paso al instituto y voy a mi aula lo antes posible para poder empezar las clases, pero a los alumnos al llegar al instituto se les para, se les coge los datos y no se les deja entrar ya a clase. Pueden quedarse en el instituto en un aula de estudio pero ya no entran en su aula, no dan su clase y se les envía el mensaje del retraso. Es la única manera de evitar un goteo incesante de alumnos incorporándose a las aulas.

Pero en estos casos, en los que el metro es el causante del retraso en la taquilla te expiden un justificante en el que se pone el nombre del usuario y la incidencia sufrida por el tren a esa hora. Siempre es mejor llevar ese justificante al instituto y los chicos saben que con eso la falta es “menor” y en casa también les entienden.

Esta mañana yo venía en el metro con tiempo suficiente para hacer fotocopias para un examen y el metro ha fallado. Por los altavoces han pedido las disculpas por la avería y han comunicado que el metro no prestaba el servicio en condiciones normales. Aún así, he llegado a mi estación a las 8 y 20 minutos, por lo que llegaba perfectamente al centro. La parada de metro está apenas a dos o tres minutos del instituto.

Al salir, he visto a una alumna mía, con la que tenía clase a primera hora pidiendo en la taquilla el justificante del retraso. Yo he ido al instituto, he entrado antes de las 8,25, he hecho las fotocopias, he charlado con mis compañeros y he subido a clase. ¿Estaba mi alumna? No, claro. Quizá sea más cómodo llegar tarde, enseñar el justificante y pasar una hora en el aula de estudio, no? Ella debió pensar que sí. Bueno, hay que entender que es lunes, primera hora de la mañana y..... somos humanos, aprovechando que el metro..... En fin, a mi me gustaría pensar que prefiere ir a mi clase, pero...... sería demasiado pensar!!!!

Después nos hemos visto y me explica que lo siente, que ha llegado tarde porque el metro se ha estropeado. Y me enseña el justificante.

No pasa nada. Ya lo hemos hablado y.... estoy convencido que la próxima vez que pida el justificante en el metro antes de la hora se asegurará de que ningún profesor esté cerca. Seguro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario